Desde el pasado domingo 3 de diciembre, la ciudad de Antofagasta enfrenta una considerable interrupción en el suministro de agua, provocada por un inconveniente eléctrico externo a la planta desaladora norte de la ciudad. Lo que ha generado complicaciones en la producción e impulsión de agua potable.

La comunidad local se encuentra experimentando las dificultades de la escasez de agua potable, afectando la preparación de alimentos y las rutinas básicas de higiene. La situación ha llevado al cierre de numerosos establecimientos comerciales, escuelas, instituciones educativas en general y diferentes lugares de trabajo que dependen del suministro regular de agua potable.

El Sistema Nacional de Prevención y Respuesta a Desastres (Senapred) ha emitido una alerta amarilla, la cual permanecerá vigente hasta que las condiciones mejoren. El alcalde Jonathan Velásquez anunció la suspensión de clases y garantizó que los centros de salud cuentan con un suministro estable de agua potable.

Engie, una empresa eléctrica, informó mediante un comunicado que la falla eléctrica en la planta desaladora fue causada por una retroexcavadora de una empresa contratista, la cual dañó una línea soterrada de conexión directa.

Como medida de contingencia, se han dispuesto más de 100 puntos de distribución de agua potable mediante camiones aljibes en diversos puntos estratégicos de la ciudad.

Se estima que el servicio de agua potable podría ser completamente restablecido el próximo viernes 8 de diciembre.